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✅ Si un establecimiento no cuenta con una trampa de grasa, las grasas y aceites vertidos en el desagüe pueden acumularse en las tuberías y solidificarse, provocando obstrucciones que pueden derivar en atascos severos y desbordes de aguas residuales. Esto no solo genera costos adicionales por mantenimiento y limpieza, sino que también puede derivar en sanciones o multas por incumplimiento de las normativas ambientales y sanitarias establecidas por Sedapal. Además, la acumulación de grasa en las tuberías favorece la proliferación de bacterias y malos olores, afectando la higiene del establecimiento.

